domingo, 20 de febrero de 2011

El teatro de las ánimas

En el viejo teatro de las ánimas
comienza un espectáculo voraz,
cambiando las entradas por el alma
la platea se puso a rebosar.

Aplauden los mediocres
al fiero Satanás,
y alzándose los fúlgidos telones
los diablillos se mudan para actuar.

En el acto primero Herodes el
Tetrarca alzó su gran cetro real,
movido por la fémina altivez
al Bautista ordenó decapitar;

ya corren los torrentes bien bermejos
causando sensación de libertad,
liberados de "La voz del desierto"
el gentío se alzó para aclamar.

Se cambia decorado,
y brilla un áureo templo por Asthart
que ofrece a sus amados
las más hermosas ninfas para holgar;

se suceden orgiásticas escenas
donde vírgenes pierden su beldad,
sensuales las zalemas
al público le incitan a vibrar.

Ya en el acto tercero
se presenta el Valaquio fastasmal,
príncipe de asesinos y guerreros
a los vencidos gusta de empalar;

las estacas bañadas de arreboles
umbrían la piedad,
y los cuervos en ojos muy saltones
comienzan a picar.

El vulgo complacido
se levanta alabando lo amoral,
y Satanás sonriente y viperino
a los presentes manda ejecutar.

En el viejo teatro de las ánimas
la platea descansa en suma paz,
su público sin habla
se calcina en el magma de un Volcán.

Febrero 2011

jueves, 17 de febrero de 2011

El vino del mal

Bebiendo vino yo vine bebiendo
por los negros caminos de este mundo,
los vampiros encuentran compañero
en el líquido grana de difuntos.

Las tabernas, son críptas que al infierno
ardiente precipitan a los suyos,
los demonios con pérfidos venenos
ledos gestos alteran en adustos.

Alabanzas y canticos paganos
atraen desde fuera a los cruzados.
Lucifer, transmutado danzarina

despierta las lujurias canallescas,
y con danzas al rítmo de siringas
a los fieles consume en sus hogueras.



Febrero 2011

martes, 8 de febrero de 2011

Cuando el último día del otoño...

Cuando el último día del otoño
se abraza al primer día del invierno,
los campos aclarados de dorados
se cubren con argento,
se cubren con el frío
y es entonces cuando se oyen los ruegos,
y los vahos escapan
como númenes de malos artistas,
como psiques que suben a los cielos.
Las colmenas se engalanan de luces
y próvidas contentan los deseos
mundanos, esperando las sorpresas
del rojo y blanco mago,
del rojo y blanco adviento.
Cuando el anciano solsticio de sable
manto, culmina su rondar sereno
de las horas, y los druidas de hinojos
bien postrados ofrendan ante leños,
se escuchan viejos cantos,
se piden los deseos.
Cuando el último día del otoño
se abraza al primer día del invierno.


Diciembre 2010

jueves, 3 de febrero de 2011

Crisis

Hijos de Pan que lloran olvidados
tristes y solos parecen mermados;
de los allendes dos mil brazos vienen
bravos y fuertes mas nada detienen.
Crisis que ahogan hogares marchitos,
crisis que siembran oscuros delitos;
frías mañanas buscando tu sino
noches largas cercadas por el vino.
Los infinitos caminos estrechos
a los débiles alejan de lechos:
hay un desconcierto, y hay un invierno,
hay un gentío que grita al gobierno.
¡Crisis! destierro tu causa al Averno.

2010

miércoles, 2 de febrero de 2011

Sueños rotos

Sueños rotos por noches
temblorosas y tristes,
melodías lejanas
de teclados que gimen

acompañan el alma
que templada con tiempo
sobrevive dispuesta
soberanos ensueños.

Lángidos sentimientos
débilmente resisten
embestidas de Azur
que del amor prescinden.

Mientras, la luna gira
vigilando al enfermo;
y señala su causa,
lo condena con rezos.

No hay vueltas atrás,
se perdió el amatiste;
los lémures marcharon
pues su ofrenda reciben.

El reloj acompaña
el compás soñoliento
que dictando un instante
da señal al silencio.


2010

martes, 1 de febrero de 2011

La hermosura de una infanta

Un poeta que ensalza la femínea
hermosura de su cándida infanta,
teje guirnaldas de versos dichosos
en los preludios sutiles del alba:

«Tu faz fulgura como rayos níveos,
tu boca esconde tesoros de nácar,
tus ojos son mares de aguas zafiras,
tu pelo se riza en rica obsidiana».

Hay encuentros de joviales festines
acompañados de púrpuras pláticas;
son veladas nocturnas de bohemia
y férvidas pasiones desatadas.

Mas el vate, cegado del amor
no ha visto el estandarte de Cleopatra,
que aboca a los amantes engañados
por sendas alevosas y canallas.

Y ahora el rostro del ángel hermoso
se torna de una forma descarada,
preparando los filos de Dalila
ya cercena los versos de alabanzas.

Su tez adopta tonos macilentos,
los labios lanzan pérfidas palabras,
los mares braman gélidos y torvos,
y el pelo acoge sierpes que desgarran.

El poeta tornado peregrino
madrigales olvida por la nada,
es la sombra de un hombre trastornado
que certero dispara sobre el alma...

Y el pájaro celeste que libera
endechas canta y sublime se alza.


Enero, 2011