viernes, 17 de agosto de 2012

Julio Donoso: la locura de un poeta

Aún hoy en los tiempos presentes, donde poco espacio queda ya para la lírica, donde hay cada vez menos jóvenes dispuestos a sacrificarse como antaño por el ideal de la gloria literaria, digo, aún hoy, Atenea y Apolo, —tal vez por diversión, tal vez por añoranza—  tienen a bien dejar escapar un alma sensible y soñadora, un alma incomprendida que boga en las prosaicas y fútiles urbes de hogaño intentando rescatar a la sociedad de su marasmo cultural.

Y es en la capital del Ebro, donde hoy día podemos encontrarnos a uno de esos estros abandonados, representante de una raza ya extinguida de bohemios literarios, de paladines pobres y algo pícaros. Este personaje del que queremos hablar se llama Julio Donoso, más popularmente conocido en los cenáculos artísticos como Donoso. En breve descripción física se puede decir de él que tiene el pelo negro como el plumaje de los cuervos, ojos vivaces y adintelados por unas marcadas cejas, y una faz que sirve de lienzo para las cambiantes muestras de su estilo velludo un tanto desastrado; porta además una particular cojera aliviada en esforzado paso por un ditirámbico bastón tomahawk. Así es, y así podrán verle aquellos que visitando la ilustre ciudad se atrevan a pisar alguno de los pequeños locales que la jalonan y sirven de refugio último a la gente sencilla, pues es en ellos, con los suyos, donde gusta prodigarse.

Aquí el bastón tomahawk, soporte de ese peso lírico.


1. Biografía

Julio Donoso nació en Zaragoza un 9 de abril, como hiciera el remembrable Baudelaire, de 1984 y quizás por ello fuera pronto impelido por las musas para el insigne oficio. Ávido lector de grandes poetas clásicos como Miguel Hernández, Leopoldo M. Panero, Gonzalo Rojas, Nicanor Parra, Rimbaud o el citado Baudelaire entre otros, con apenas veinte años se lanzó a tañer su lira por las calles y bares. Su primera obra publicada bajo el rubro de Chorrito de Plata  —editorial creada por Enrique Bumbury y un socio—, dio a conocer al bohemio, el mismo Bumbury llegó a calificar a Donoso de Profeta, y así se le conoció durante un tiempo. En 2005 publicó un segundo poemario ya con su propia editorial "La Herradura Oxidada" y es que haciendo honor a ese epíteto de Profeta, alcanzó a ver que su caudal lírico llegaría a ser tan luengo que resultaba harto necesario crear un sello y librarse así de futuras imposiciones editoriales. Querencia y relincho fue el nombre de esa obra; una obra cargada de afiebrados lirismos equinos, pues deben saber los atentos lectores que el bohemio proviene de una linajuda familia de herradores, oficio que él mismo llegó a desempeñar en alguna ocasión para gracia de los corceles. 2005 también fue una fecha clave por un motivo luctuoso, pues sufrió un accidente que lo dejó postergado en silla durante un tiempo y apunto estuvo de costarle la vida; pero Donoso, valiente, supo mirar a las moiras directamente y en crítico instante arrebatarles sus tijeras impidiendo así, que su hilo vital fuera hendido de forma infame antes de tiempo. Se quedó cojo nuestro amigo por su atrevimiento, mas si Hefesto, protector de los herreros lo era, ¿qué podía importarle a él?

Tras el incidente y bajo la protección del mencionado esposo de Afrodita, su ánimo vital creció, creció de tal manera que se hizo costumbre verlo deambular por locales y festivales de forma constante sin por ello caer víctima del siempre preterido, pero acechante Tedio. Varias son las anécdotas que le han sucedido a nuestro Donoso en estos años. Como aquella vez que viajó solo a Pamplona en busca de un amor que lo ignoró, la noche debió pasarla al raso el conturbado vate pues había viajado con lo justo: la purífica y romántica ilusión del encelado. Las híades confabuladas con la fémina altivez brindaron al poeta una noche y alborear cargados de lluvias. El pobre Pierrot por ello apenas pudo dormir hasta la llegada del poderoso haz de Helios. Esta falta de descanso resultó fatal, ya que el  tren que debía retornarle a Zaragoza se marchó sin atender a su falta. Así, solo y sin dinero, a nuestro protagonista no se le ocurrió otra cosa que lanzarse por las calles de la capital navarra a declamar versos y cantares en pos de un poco de calderilla, la gente, bien avenida por aquellos tiempos, le recompensó con sus óbolos, y cuando obtuvo lo suficiente se compró un billete de autobús que le permitió regresar al hogar. De esta agridulce aventura dejaron constancia algunos de sus versos:

"En Pamplona perdí la cabeza, el tren, el corazón no
que ese, ese te lo di yo." En lugar de un sueño, 2005


En otra ocasión cuando se disponía a dar un recital le falló a última hora su guitarrista habitual, Donoso solicitó entonces, para salir del apuro, uno entre el público, el hado quiso que allí hubiera un guitarrista belga, que presto se mostró participativo, el recital salió bien parado, y además surgió una estrecha amistad que en buena comandita dio a luz el disco Made in san José, proyecto de poesía musicada.

Donoso con el artista Franco Deterioro

Muchas otras son las anécdotas que se podrían contar, como la de aquella ocasión en que tras un arrebato de gallardía, fue capaz de realizar una etapa del Camino de Santiago de nada menos que 13 km, acompañado solamente de su fiel tomahawk.

Pero dejemos ya de extendernos en un anecdotario que sin duda daría para escribir varios tomos de grávida enciclopedia. Aquellos que hoy quieran conocerlo podrán verle en uno de esos festivales y recitales que Zaragoza ofrenda —cada vez con menos frecuencia— a su intelectualía local; otros quizás prefieran toparse con él ora en una pensión, ora en algún piso compartido con otras ánimas alegres, pero siempre repitiendo un mismo espacio: una pequeño habitáculo inundado por doquier de libros. En esos habitáculos es donde su numen escribe y crea obras con denuedo, preferiblemente por las noches y al cobijo del silencio, pues gusta de descansar a su pluma hasta bien entrado el mediodía.

Este es Julio Donoso, poeta bohemio signado con un extraño halo de grande señor venido a menos, poeta de errante morada, poeta del viejo solar hispano cuyo trabajo promete seguir legándonos copiosas notas de desvaríos líricos por varios años.

Como guinda a esta semblanza se rescata una grabación de uno de los innúmeros recitales que Donoso prodiga y pueden encontrarse por Youtube.




2. La encuesta

Cuando todavía la literatura tenía un lugar preeminente en la sociedad, y cuando el esgrimir la pluma servía a sus valedores o bien para ejercer de periodistas, o, en el peor de los casos medrar en la política, las revistas hacían de estos figuras de grande interés; de entre las innúmeras revistas que atendían al ministerio de las letras a fines del antepasado siglo hubo una que destacó por su modernidad: la revista Blanco y Negro. En sus comienzos se publicaron una serie de encuestas cerradas que se daban a autores que gozaban por aquel momento de reconocida prez. Hoy, recordando aquellos tiempos, y siendo Julio Donoso un epígono, o mejor dicho, el último exponente de aquella imagen del prístino bregador poeta de buhardilla, hemos recogido aquella encuesta que respondieron en su día plumas de la talla de Zorrilla, y la hemos utilizado para que responda a las mismas cuestiones descubriendo así un poco más de la psique del singular protagonista.



DECLARACIONES ÍNTIMAS
JULIO DONOSO


Rasgo principal de mi carácter.............................
Genialidad y delirio.
Cualidad que prefiero en el hombre.....................
La honestidad.
Cualidad que prefiero en la mujer........................
La picardía.
Mi principal defecto.............................................
La vanidad.
Ocupación que prefiero........................................
La de lector.
Mi sueño dorado...................................................
Un pazo, una mujer y un caballo (por ese orden)
Lo que constituiría mi desgracia..........................
Perder un pie.
Lo que quisiera ser................................................
Pintor.
País en que desearía vivir.....................................
Islandia.
Color que prefiero................................................
El azul.
Flor que prefiero...................................................
La orquídea y la violeta.
Animal que prefiero.............................................
El caballo.
Mis prosistas favoritos.........................................
Dostoievsky, Camilo José Cela y Miguel Delibes
Mis poetas favoritos.............................................
Baudelaire, Gonzalo Rojas y Miguel Hernández.
Mis pintores favoritos...........................................
José Moñu, Paco Rallo y Edgar Degas.
Mis compositores favoritos..................................
Debussy y Nino Rota.
Mis políticos favoritos..........................................
Trotsky y Felipe González.
Héroes novelescos que más admiro.....................
Arturo Bandini, Raskolnikov y Zaratustra.
Héroes que más admiro en la vida real.................
Che Guevara y Gadafi.
Manjares y bebidas que prefiero..........................
Berenjenas rellenas y el lambrusco.
Nombres que más me gustan................................
Pilar y Azucena.
Lo que más detesto...............................................
Las arañas
Hecho histórico que más admiro..........................
El advenimiento de la Segunda República.
Reforma que creo más necesaria..........................
Revolución social.
El don de la Naturaleza que desearía tener...........
Los senos de la mujer.
Cómo quisiera morirme........................................
En la hoguera.
Estado actual de mi espíritu..................................
Taciturno.
Faltas que me inspiran más indulgencia...............
La dejadez y la prodigalidad.

3. La obra

Por último rescatamos las obras que a lo largo de su azorada vida el bohemio ha prodigado con gran generosidad a su público.

  • 2004 En lugar de un sueño... Edit. Chorrito de Plata.
  • 2005 Querencia y Relincho. Edit. La Herradura Oxidada.
  • 2008 El estupor. Edit. Eclipsado
  • 2010 Zaragoza-San Francisco (vuelo regular) Edit. La Herradura Oxidada
  • 2010 Made in San José "La maketa" (proyecto musical)
  • 2010 Tripitas (cuento infantil) Edit. La Herradura Oxidada.
  • 2011 Espantos Edit. Cartonerita Niña Bonita
  • 2011 Querencia y Relincho 2ª Edic. revisada y anpliada. Edit. La Herradura Oxidada.
(Próximamente los poemarios El hombre del tiempo, y Ministerio del misterio.)


Y como epílogo a esta semblanza quede este poema, uno de los más vívidos a la hora de desnudar el alma del inquieto Donoso. 
Desde el psiquiátrico

Desde el psiquiátrico 
encerrado y extraño
ni los semáforos, ni las farolas, ni las rebajas,
allí extraño tu mirada
aunque sea falsa, la extraño
aunque no la vea la sueño
me siento presa, me siento reja
muy perdido o soy olvido.
El estupor, 2008

miércoles, 1 de agosto de 2012

Ars poética "La ménade"

1. La leyenda

Contaban los antiguos griegos en una de sus mágicas leyendas que un buen día un sileno que tocaba el aulós —instrumento creado y maldecido por la diosa Atenea— tuvo la osadía de retar en un duelo musical a Apolo, insuperable tañedor de la lira. La deidad aceptó el reto y las nueve musas actuaron como justas jueces de tal competición. En una primera ronda las musas determinaron que tanto Marsias como Apolo habían producido músicas igualmente formidables, así que Apolo, al verse afrentado comenzó a tocar la lira boca abajo, Marsias se vio incapaz de hacer lo mismo con su aulós y las jueces declararon vencedor al dios. Como castigo el sileno fue colgado de un pino y desollado vivo por el vencedor.

Apolo y Marsias de José Ribera

Esta leyenda un tanto brutal —como tantas otras griegas—, es realmente una metáfora del eterno enfrentamiento entre el mundo civilizado y ordenado representado por Apolo, y el mundo bárbaro y rebelde representado por el sileno. Es decir representa el triunfo del mundo helénico sobre los "otros". Hoy día que vemos a Grecia inmersa en una gravísima crisis política y financiera, y a sus herederos, la vieja Europa occidental, en grande recesión, parece un buen momento para replantearse el verdadero papel de ese mundo "civilizado" en el orbe y el precio que sus hijos han tenido que pagar por vivir en la quimera del bienestar. 

El poema de hoy esconde por tanto una crítica a la situación del sistema actual. Cuenta la historia de una ménade —ninfa cortesana de Dioniso, y compañera de los sátiros— que llega al mundo para cobrarse venganza  por la muerte de su compañero Marsias; la venganza se produce con un nuevo duelo que enfrenta a la ninfa dionisíaca y salvaje con un bardo apolíneo de costumbres "rectilíneas", máximo representante  del mundo civilizado. Tras embriagarlo y poseerlo la ninfa acaba con él. Y es que esta historia lo que busca es mostrar como nuestro mundo ordenado y civilizado no ha resultado ser tan perfecto como creíamos la mayoría, haciéndonos ver que quizás si prestamos más atención a esas "otras" sociedades, antes tratadas con cierta displicencia, la solución para esa rimbombante refundación de Europa sea aún posible.

Muerte de Orfeo, de Émile Lévy (1866) representa a las ménades dando muerte al bardo Orfeo.


La ménade 

A las eternas y angostadas soledades
donde suspiros de sensibles
melancolías con sus gélidas saudades
formaron reinos, donde aqueos imbatibles
mitologías escribieron increíbles;


llegó una ménade doncella de Dionisos,
traía un tirso, y vaporosas
telas frugales con radiantes y albos visos.
Fuerza en los ojos de mil razas poderosas,
dulces turgencias generosas;

se adiademaba de azabache cincelado,
y melodiosa la ancestral
flauta de Marsias resoplaba con halago.
Se mostraba como purífica vestal
mas cobijaba en su interior provecto mal.

Cerca la cuerda de los bardos apolíneos
bien trepidante y afiebrada,
tañía un joven de principios rectilíneos,
un joven estro de templada
dicha a su música canora consagrada.

Bailó la ménade retando con sus diestras
y sugestivas curvaturas
al bardo aliento, crepitaron las maestras
fuerzas telúricas, latieron nervaduras
en sus sincéricas y vivas partituras.

Bajo un ligero y musical brillo sidéreo
los instrumentos se abrazaron,
se prometieron, se entendieron y al aéreo
y lampadario cielo donde se gozaron
enardecieron los delirios que ofrendaron.

Ya repitiendo aquella olímpica contienda
de Apolo y Marsias, lira y flauta,
celeste y tierra, revivieron la leyenda
donde las musas fueron jueces, y la cauta
y fugaz ninfa navegó cual tenaz nauta.

Quedó agotado por la hipnótica lujuria
el joven vate, y penetrante
la vil garganta de la fémina, con furia,
libró soplidos de rasgante
y deletérea indiferencia flagelante.

Las sacudidas se escucharon como notas
arrulladoras y sanguinas,
y las mortales melodías tan ignotas
lividicieron con neblinas
aquellas bárdicas canciones ambarinas.

Así la ninfa resarcida, triunfalmente
al dionisíaco palacio lubridoso
voló con gracia refulgente,
voló con ansia nebuloso
portando el halo de un poema penumbroso.

Y aquella lira rota y flébil sus canciones
mudas dejó; el Aquilón entristecido
con ululantes oraciones
la recordó, y un suave silbo humedecido
la embravecida mar rasgó como alarido.



2. Estructura del poema.

El poema está compuesto por estrofas de cinco versos inspiradas vagamente en las liras tradicionales. En este caso los versos son  tridecasílabos y eneasilabos de rima consonante y construidos por periodos prosódicos de cinco y cuatro sílabas: 5+4+4 y 5+4. Los acentos rítmicos se encuentran en la cuarta, octava y decimosegunda sílaba. A continuación, para aquellos lectores que estén realmente interesados por la construcción de los periodos prosódicos se muestra el poema dividido en sus respectivos para una mejor comprensión.

A las eternas/ y angostadas/ soledades
donde suspiros/ de sensibles
melancoas/ con sus li/das saudades
formaron reinos,/ donde aqueos/ imbatibles
mitoloas/ escribieron/ increíbles;


llegó una na/de doncella/ de Dionisos,
traía un tirso,/ y vaporosas
telas frugales/ con radiantes/ y albos visos.
Fuerza en los ojos/ de mil razas/ poderosas,
dulces turgencias/ generosas;

se adiademaba/ de azabache/ cincelado,
y melodiosa/ la ancestral
flauta de Marsias/ resoplaba/ con halago.
Se mostraba co/mo pufi/ca vestal
mas cobijaba en/ su interior pro/vecto mal.

Cerca la cuerda/ de los bardos/ aponeos
bien trepidante/ y afiebrada,
tañía un joven/ de principios/ rectineos,
un joven estro/ de templada
dicha a susi/ca canora/ consagrada.

Bailó la na/de retando/ con sus diestras
y sugestivas/ curvaturas
al bardo aliento,/ crepitaron/ las maestras
fuerzas teri/cas, latieron/ nervaduras
en sus sinri/cas y vivas/ partituras.

Bajo un ligero y/ musical bri/llo sireo
los instrumentos/ se abrazaron,
se prometieron,/ se entendieron/ y al aéreo
y lampadario/ cielo donde/ se gozaron
enardecieron/ los delirios/ que ofrendaron.

Ya repitiendo a/quella olímpi/ca contienda
de Apolo y Marsias,/ lira y flauta,
celeste y tierra,/ revivieron/ la leyenda
donde las musas/ fueron jueces,/ y la cauta
y fugaz ninfa/ nave cual/ tenaz nauta.

Quedó agotado/ por la hipti/ca lujuria
el joven vate, y/ penetrante
la vil garganta/ de la mi/na, con furia,
libró soplidos/ de rasgante
y delerea in/diferencia/ flagelante.

Las sacudidas/ se escucharon/ como notas
arrulladoras/ y sanguinas,

y las mortales/ meloas/ tan ignotas
lividicieron/ con neblinas
aquellas bárdi/cas canciones/ ambarinas.

Así la ninfa/ resarcida,/ triunfalmente
al dionia/co palacio/ lubridoso
voló con gracia/ refulgente,
voló con ansia/ nebuloso
portando el halo/ de un poema/ penumbroso.

Y aquella lira/ rota y flébil/ sus canciones
mudas de; *el/ Aquilón en/tristecido
con ululan/tes oraciones
la recor, y un/ suave silbo hu/medecido
la embravecida/ mar ras co/mo alarido.


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* "dejó; el" En este caso al haber una pausa larga por el punto y coma se ha optado por hacer una dialefa y no unir "dejó-el"